MIAMI — El artista dominicano radicado en el sur se la Florida, Máximo Caminero, de 51 años, enfrenta un cargo penal por haber roto, unavasija valorada en 1 millón de dólares en un museo de arte contemporáneo de Miami por unaaparente protesta, el pasado domingo, según informó la policía.
Un guardia de seguridad informó a las autoridades que Caminero tomó una vasija colorida del artista disidente chino Ai Weiwei, y cuando le dijeron que la dejara la estrelló contra el piso, según una orden de arresto del Departamento de Policía de Miami.
Caminero le dijo a los oficiales que rompió la vasija como protesta por la falta de artistas locales entre la oferta del museo, señala un documento de la policía. El acusado, quien es pintor y vive en Miami, rechazó hacer declaraciones cuando se hizo contacto telefónico con él el lunes. Dijo que tendría una conferencia de prensa el martes por la tarde.
“No voy a responder preguntas”, dijo.
La orden de la policía, que cita a las autoridades de seguridad del museo, dice que la vasija está valuada en 1 millón de dólares. El delito de daño a la propiedad puede ser considerado grave y sancionado hasta con cinco años en prisión cuando la propiedad dañada vale más de 1.000 dólares.
Caminero tuvo recientemente una exhibición en la Galería JF en West Palm Beach en la que los visitantes tenían la oportunidad de conocerlo y “ver una muestra de obras de sus más de 30 años de carrera como artista”.
De acuerdo con el sitio de internet del museo, la vasija es una de más de 10 que conforman una instalación. Cada una está pintada con colores brillantes. Detrás de la instalación hay una serie de tres fotografías en blanco y negro que muestran a Ai sosteniendo una vasija y luego dejándola caer sobre el piso.
La exposición “Ai Weiwei: According to What?” que se presenta en el museo estará abierta al público hasta el 16 de marzo. Las autoridades del museo no respondieron inmediatamente a los correos que se les enviaron el lunes para conocer su opinión.
Ai, quien es escultor, diseñador y documentalista, ha causado ira en Beijing al usar su arte y su prominencia en internet para criticar las injusticias en China y exigir una mayor transparencia en su gobierno. Fue detenido por 81 días en 2011 durante una redada contra disidentes.
Tras su liberación, en junio de ese año, la firma de diseño de Ai recibió una multa fiscal de 2.400 millones de dólares contra la que luchó infructuosamente en las cortes chinas.