Wyatt Scott es un bebé de nueve meses de Ottawa que representa un gran desafío para la comunidad médica. Aunque aparentemente nació sin problemas, pronto sus padres descubrieron que algo iba mal: su pequeño no podía abrir la boca con normalidad.
Por ello, Wyatt ha tenido que pasar sus tres primeros meses de vida en el hospital y ha sufrido, hasta el momento, hasta seis ingresos de urgencia. El pequeño permanece conectado a un monitor que mide continuamente sus niveles de oxígeno y tiene que ser alimentado por medio de una sonda. Cuenta, además, con un equipo completo para tratar de evitar riesgos: especialistas de nariz, oído y garganta, neurólogos y anestesistas.
A pesar de las numerosas pruebas, los médicos no han sabido encontrar hasta ahora el origen del problema: si se trata de una alteración de la mandíbula o hay otra causa. Lo único que le han diagnosticado es un trimus congénito, una enfermedad rara que provoca que Wyatt no pueda abrir la boca de forma normal.
“Ya ha tenido un episodio en el que tuvimos que ingresarle a causa de un vómito. Empezó a ahogarse y luego perdió el conocimiento. Es muy peligroso”, ha explicado su madre, Amy Miville. “Nadie es capaz de decirnos si Wyatt va a mejorar en dos años, en cinco, en diez,
o si va a tener que comer por un tubo el resto de su vida”Desesperados, sus padres han puesto en marcha una web,
www.whatswrongwithwyatt.com, con la esperanza de
encontrar un diagnóstico a través de distintas aportaciones de internautas. En esa página, van colgando los síntomas y resultados de las pruebas a las que está siendo sometido para que cualquiera que lo desee pueda dejar su valoración.
“Nadie ha visto nada como esto antes”, dice su padre, “Así que con suerte alguien lo verá y tendrá algunas ideas de cómo debemos seguir adelante”.
Desde el lanzamiento de la web, han recibido un aluvión de correos electrónicos de otros padres y médicos.
Entre ellos, uno esperanzador, el de un dentista de Vancouver, que afirma haber visto un caso muy parecido.
Aunque la investigación no ha dado hasta el momento resultados, Wyatt sí ha hecho grandes avances gracias a su logopeda. Y entre otras palabras,
ya es capaz de pronunciar “mama”. Con muchos retos por delante, uno de los principales es que el pequeño aprenda también a sonreir.
Visto en: teinteresa.es