El encuentro de urgencia para intentar solucionar la crisis en Ucrania, terminó sin acuerdo. Occidente le exigió a Moscú dar marcha atrás en su intervención militar y el enviado del Kremlin los acusó de estar detrás de las protestas iniciales
El Consejo de Seguridad de la ONU mantuvo este sábado una tensa reunión sobre la crisis ucraniana, en la que Rusia y las potencias occidentales se cruzaron reproches y acusaciones y no lograron ningún punto de compromiso.
Estados Unidos y el Reino Unido atacaron con dureza a Moscú por su intervención militar en territorio ucraniano y le exigieron dar marcha atrás, mientras que el embajador ruso defendió las medidas tomadas por el Kremlin y acusó a Occidente de estar detrás de la actual inestabilidad en Ucrania.
El encuentro, solicitado de urgencia por Reino Unido, arrancó ya con un importante retraso, después de que las dos partes se enzarzasen sobre el formato que debía utilizarse.
Las potencias occidentales presionaron para tener un debate en abierto, mientras que Rusia sólo quería una sesión a puerta cerrada, según dijeron a la agencia EFE fuentes diplomáticas.
Finalmente, los miembros del Consejo mantuvieron una breve reunión accesible a las cámaras -en la que también intervino el embajador ucraniano- y luego pasaron a consultas en privado.
Las intervenciones de todas las partes dejaron claro el abismo que separa las posturas deOccidente y de Moscú en todo lo referente a Ucrania, mientras que China -el otro miembro permanente con derecho a veto- no intervino.
La embajadora estadounidense,
Samantha Power, acusó a Rusia de intervenir en Ucrania con "
una acción provocadora", sin base legal y que resulta "
tan peligrosa como desestabilizadora".
Esos actos "pueden empujar a una situación tensa más allá del punto de ruptura", advirtió Power, que pidió a Moscú que retire las tropas desplegadas en territorio ucraniano e inicie un diálogo político con Kiev.