Había engordado 7 kilos y en los últimos meses se había vuelto adicta a las chocolatinas, pero Gaynor Rzepka asegura que desconocía que estaba embarazada y que su sorpresa fue mayúscula cuando fue al baño y dio a luz a un pequeño Olly el pasado 16 de febrero.
Así lo contaba esta joven de 25 años, empleada en el supermercado Filco en Cowbridge, que pese a encontrarse mal acabó su turno de diez horas antes de volver a casa de sus padres en Llantwit Major, Gales. «Tuve un dolor muy fuerte en el costado de mi estómago durante todo el todo el día. No sabía qué era. Como si alguien me punzase en el lado derecho de mi ingle. A eso de las 05 a.m. sentía que necesitaba ir al baño pero no podía ir. Veinte minutos después el dolor se repitió, no me sentía bien, fui al baño. Empujé y él salió. Lo atrapé antes de que cayera al inodoro. Estaba sorprendida».
«Oh, Dios mío» fue lo único que acertó a repetir una y otra vez entre sollozos, según relata al Daily Mail. Sentada en el suelo del baño la encontraron sus padres cuando acudieron al oír su grito.
Rzepka asegura que siguió con el periodo durante los meses del embarazo y no sufrió ni dolores, ni acidez, ni vómitos matinales. Llegó a correr una maratón en el quinto mes.
Tras volver del hospital y una vez superado el shock, la joven galesa comienza una nueva vidajunto a su bebé. El padre, de 29 años, busca ahora un empleo en Gales para vivir junto a su familia.