"Es una iniciativa de los periódicos colombianos de enviar papel en solidaridad, no solamente a El Nacional, sino a otros periódicos venezolanos", dijo el presidente de ese periódico, Miguel Henrique Otero.
La iniciativa corresponde a la
Asociación Colombiana de Editores de Diarios y Medios Informativos (ANDIARIOS), que agrupa a los principales periódicos colombianos, como El Tiempo y El Espectador, señaló Otero.
El editor dijo que el acuerdo está en marcha, pero evitó dar detalles por temor a que el gobierno venezolano ponga alguna traba, a la vez que señaló que de concretarse el envío de papel su diario conseguiría algo de aire para seguir circulando.
Sin embargo, Otero remarcó que de no recibir divisas para importar papel, El Nacional dejaría de circular en la primera semana de mayo. Y al mismo tiempo lamentó la falta de respuesta por parte del Gobierno, responsable de liquidar los dólares bajo el
férreo control de cambios vigente en el país desde 2003.
"El Gobierno no da ninguna respuesta, cuando lo único que tiene que hacer es liquidar las divisas que ya están aprobadas", agregó el ejecutivo periodístico.
Algunos periódicos latinoamericanos, como El Tiempo de
Colombia, también comenzaron a publicar recientemente una página con
noticias elaboradas por diarios venezolanos, en una muestra de solidaridad ante la falta de papel en los rotativos de la nación presidida por
Nicolás Maduro.
Las dificultades para acceder a la compra de bobinas de papel, debido al retraso en la aprobación oficial de divisas para importar, han provocado la
suspensión de la circulación de algunos diarios regionales en Venezuela.
Otros, de tirada en todo el país, como El Nacional, han advertido que podrían dejar de salirsi no llegan pronto nuevos suministros.
Dirigentes oficialistas han acusado a los medios de realizar "chantaje político" con las denuncias de escasez de papel, mientras que rotativos como El Nacional han disminuido el número de páginas o reducido sus ediciones a un solo cuerpo.
En Venezuela rige desde 2003 un duro control estatal de cambio que impide la libre compraventa de divisas, administradas de manera exclusiva por el Estado, que las vende de manera condicionada, en montos limitados y luego de engorrosos trámites.
Para los dueños de los medios, los atrasos en la asignación de dólares representan un intento del Gobierno para "silenciar" a voces críticas, una posición compartida por la
Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).