Miami. Un total de 23 hombres y una mujer, que viajaban en una frágil embarcación de madera, fueron rescatados por un buque de la empresa Carnival, cuyos tripulantes divisaron a los disidentes en alta mar, los socorrieron y los llevaron hasta las islas Caimán.
Según trascendió huían del régimen de los Castro hacia Miami y llevaban cinco días a la deriva.
El crucero, con capacidad para 2.000 pasajeros, llegó el miércoles a las islas y allí entregó los náufragos a las autoridades. Los balseros aún no hicieron declaraciones, pero se cree que buscaban llegar a EE.UU. para acogerse a la ley vigente desde 1966 que establece que los cubanos que logran poner un pie en territorio estadounidense pueden solicitar su residencia permanente.
Esa normativa y política de “pie seco/pie mojado” es considerada por el régimen de La Habana un “estímulo” a las salidas “ilegales” de Cuba.
Días atrás, tres hombres trataron de escapar de Cuba en tabla de windsurf, pero sólo Henry Vergara Negrín llegó a tocar tierra. El joven es el primer windsurfista que atraviesa las peligrosas aguas del Estrecho en 20 años.
Durante el éxodo masivo de cubanos en 1994, conocido como la “crisis de los balseros”, otros dos no lo lograron. El Estrecho de Florida, lleno de tiburones y conocido por sus difíciles corrientes y tormentas, separa de Cuba la costa sureste de la Florida.
El trayecto se transformó en un cementerio para los cientos de cubanos que han muerto tratando de huir del régimen de los Castro.