Según informaron fuentes policiales de Parker, Colorado, el hecho ocurrió el 10 de febrero cerca de las 14 en una de las oficinas de la División de Vehículos Motorizados (DMV).
El sargento Andy Coleman le comentó a 7 News que una madre dejó su auto, una GMC Envoy, frente a la oficina con sus dos hijas de doce y diez años adentro… ¡Con las llaves puestas y el motor encendido!
Lo que esta mujer jamás se imaginó, es que mientras hacía un trámite, su niña menor iría al asiento delantero para poner el volante en sus manos y la camioneta en marcha. Si bien es cierto que no hubo víctimas ni heridos, es seguro que los empleados de DMV no se olvidarán fácilmente de la señora cuya hija incrustó el automóvil en su lugar de trabajo, atravesando el vidrio de la entrada y todo lo que había a su paso.
Para aquellos que ya piensan que la mamá es una completa irresponsable, cabe destacar que su respuesta fue inmediata ya que logró abrir la puerta del lado del conductor para frenar el auto y evitar más destrozos. Por lo pronto, si bien es cierto que la oficina no sufrió daños graves, aún no se sabe cuándo volverá a abrir sus puertas. ¿La niña? Fue citada por la policía bajo el cargo de “conducción negligente”.