La curiosa información fue publicada por la cadena televisiva Al Arabiya. Según consigna dicho medio, la mujer solicitó el divorcio a poco más de una semana de haberse casado.
La dama argumentó que descubrir que su marido prefiere comer las arvejas con pan, en lugar de utilizar un tenedor, la dejó desolada.
En su exposición, dijo que ver comer a su esposo de esa manera, era un "espectáculo desagradable" que dejaba en evidencia sus pobres modales.
No es el primer caso de divorcio debido a situaciones vinculadas a la gastronomía. Según consigna The Huffington Post, dos años atrás un ciudadano británico solicitó el divorcio, luego de asegurar que su mujer le había preparado "de forma repetida y maliciosa" la comida que a él menos le gustaba: guisado de atún.