El tipo de habla alemana bebió unas copas demás y decidió salir a las calles para continuar su aventura.
Un policía intento registrarlo porque quería montar su bicicleta en estado de embriaguez, sin embargo el hombre sintió que debía defenderse. La mejor forma de hacerlo, se le ocurrió, fue tocándolo a un costado con un consolador.
El agente no esperó mucho tiempo para ponerlo de espaldas y esposarlo para llevárselo detenido. El hombre, en medio de la detención, recuperó el consolador con su boca.
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