Para comprobar su teoría estudiaron a 293 mujeres, quienes debían responder un cuestionario sobre su comportamiento sexual y un test llamado: Beck Depression Inventory, que revela síntomas depresivos. Aquellas mujeres que tenían parejas más estables y podían tener relaciones sexuales sin protección, presentaban menor nivel de síntomas depresivos, mientras que en aquellas que los usaban ocasionalmente, el nivel aumentaba considerablemente.
La vagina está rodeada por una red vascular donde se localizan arterias, vasos sanguíneos, vasos linfáticos y los químicos que se absorben vía vaginal y conectados con el sistema circulatorio periférico. El semen está compuesto por más de 50 sustancias químicas, hormonas, neurotransmisores, endorfinas e inmunosupresores, y diversos compuestos que afectan el estado de ánimo, incluyendo, cortisol (incrementa el afecto), estrona (eleva el estado de ánimo), prolactina (funciona como un antidepresivo natural), oxitocina (eleva el estado de ánimo y genera un sentimiento de apego) y hasta serotonina (el neurotransmisor antidepresivo más conocido).
El estudio señaló temas en torno a la depresión como el suicidio, develando que solo el 4.5% de las mujeres que “nunca” usaban condón consideraban la posibilidad de suicidarse, mientras que 28.9% de las que lo usaban dijeron considerar “a veces” el suicido, mientras que el 13.2% de las que “siempre” usaban condón consideraba el suicidio como una opción. El Dr. Gallup, halló que las mujeres expuestas al semen pueden desempeñarse mejor en pruebas cognitivas y de aprendizaje, lo que hace suponer también la mejor capacidad de sus dotes intelectuales.