Desesperado por su pérdida de peso y
salud, intentó encontrar en internet la cura a sus males y encontró a un hombre
que sufría síntomas muy parecidos. El hombre le recomendó que siguiera
una dieta paleolítica, basada en la ingesta de carne cruda. Cinco años
después, Derek hasta se lava los dientes con grasa animal y dice encontrarse
mejor que nunca.
Según publica el Daily Mail el joven
indica de dónde salió la dieta: "la empezó un dentista llamado Weston Price. En
los años 30 estudió los beneficios para la salud de comer más comida cruda.
Descubrió que las personas de las comunidades primitivas gozaban de una mejor
salud que nosotros, así que pensé en darle una oportunidad".
Cansado de sus problemas estomacales,
Derek sacrificó un par de cabras y se las comió. "El cambio fue así de simple",
explica. Al principio, tuvo diarreas porque, dice, "el sistema digestivo tiene
que adaptarse. Después de la primera semana me sentía completamente bien y desde
entonces no he dejado de comer carne cruda en ningún momento".
Su plato
preferido es el cordero y no está preocupado por el escorbuto. "La carne de los
órganos de los animales contiene vitamina C. Lo que pasa con la vitamina C es
que necesitas mucha si sigues una dieta alta en carbohidratos, pero si eres
totalmente carnívoro, la carne de los animales tiene la suficiente. Por eso
-apunta- como la carne de los órganos y el tejido conectivo y todo lo
demás".
Derek también se alimenta -y esto sí que puede herir
sensibilidades- de carne podrida. "Es pro-biótica. Gran parte de mis problemas
de digestión estaban relacionados con la falta de encimas. Mi cuerpo no produce
las suficientes encimas, por lo que no puede digerir alimentos con alto
contenido de almidón. La bacteria pro-biótica que se encuentra en la carne
podrida me ayuda a digerir la comida".
Lo curioso es que tampoco se cansa
de comer siempre lo mismo. En este punto, Derek cuenta una anecdota: "Cuando
llevaba unas tres semanas con esta dieta noté un fuerte sabor a sangre en mi
garganta y de repente comencé a sufrir antojos de ese sabor. La carne cocida ya
no me atrae para nada. Sabe a quemada". Como cierre de la historia, Derek dejó
su anterior profesión y ahora es carnicero.
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